Credo de Nicea (325 AD)
· Creemos en un Señor Jesucristo. · Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre.
· Mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra.
· Quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió.
· Y resucitó al tercer día.
· Y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.
Credo de Constantinopla (381 AD)
· Creo en un solo Señor, Jesucristo.
· Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas.
· Que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación descendió del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en María La virgen, y se hizo hombre.
· Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado.
· Y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre.
· Y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Las principales corrientes cristianas que intervinieron en Disputas Cristológicas se pueden agrupar en tres categorías principales, a saber: el trinitarismo, el unitarismo, y la Unicidad de Dios.
Trinitarismo
Cree que hay un Dios, que existe como una pluralidad de tres personas divinas y distintas, que comparten los mismos atributos y la misma naturaleza divina. En el trinitarismo, Jesús Cristo es considerado como la segunda persona de la Santísima TrinidadUnitarismo
Cree que sólo hay un Dios que es indivisible, y niega la deidad de Jesús Cristo. Jesús es considerado como un semidiós, o simplemente como una criatura. Dentro de los principales grupos unitarios encontramos el monarquianismo dinámico o adopcionismo, apolinarismo, arrianismo, marcionismo, monofisismo, monotelismo, nestorianismo, origenismo, priscilianismo, socinianismo y Patripasianismo.
El monarquianismo dinámico o adopcionismo: es la doctrina según la cual Jesús era un simple ser humano, elevado a una dignidad similar a la de Dios luego de su muerte. Esta idea es propia del pensamiento cristiano primitivo.
El apolinarismo: afirmaba que en Cristo el espíritu humano estaba sustituido por el Logos divino, con lo que implícitamente negaba su naturaleza humana completa.
El arrianismo: diametralmente opuesto al apolinarismo, negaba la consustancialidad del Hijo (Cristo) con el Padre (Dios) y por lo tanto la doctrina de la Trinidad.
El marcionismo: distinguía y separaba como cosas totalmente diferentes al Dios Creador del Antiguo Testamento, Yahveh, del Dios verdadero, el Padre, capaz de encarnar a un hijo hombre, Cristo, conforme al Nuevo Testamento, y concluye que ambas religiones son paralelas y que tienen por única conexión a la geografía.
El monofisismo o eutiquianismo: afirma que en Cristo existe una sola naturaleza: la divina.
El monotelismo: afirmaba que en Cristo existían dos naturalezas, pero sólo la voluntad divina.
El nestorianismo: afirmaba que en el Verbo (Jesús Cristo, tal como está descrito en el evangelio de Juan 1:1) existían dos personas: la divina (Cristo, hijo de Dios) y la humana (Jesús, hijo de María). En la cruz, por lo tanto, sólo había muerto el humano, sin haber sufrido el dios.
El origenismo: afirmaba la eternidad de las almas humanas. Una de esas almas habría sido la de Cristo, que se encarnó con el objetivo de conseguir la salvación de los hombres.
El priscilianismo: negaba el dogma de la Trinidad y la encarnación del Verbo, ya que atribuía a Jesús un cuerpo solo aparente.
El socinianismo: es antitrinitario y considera que en Dios hay una única persona y que Jesús de Nazaret es sólo un hombre, aunque nacido milagrosamente de María por voluntad divina. Según esta confesión, la misión de Jesús en la tierra fue transmitir la voluntad del Padre tal como le había sido revelada, y tras su crucifixión fue resucitado por Dios y elevado a los cielos, donde adquirió la inmortalidad y desde donde reina sobre el mundo desde entonces.
El patripasianismo: una aparente evolución del modalismo, afirmaba que al ser Cristo, sólo una manifestación del Padre, el Padre había sufrido en la cruz.
Unicidad de Dios
Los antiguos creyentes de la Unicidad de Dios, fueron etiquetados por sus oponentes como modalistas, o sabelianitas.El modalismo, o monarquianismo modalístico: con la palabra monarca, enfatizaba que el Rey del universo es uno solo, y modalismo que Dios se ha manifestado al hombre de diversos modos. Identificaba a Jesús Cristo como Dios mismo (el Padre) manifestado en carne. El modalismo, se oponía férreamente contra el dogma de la trinidad. Explicaban que de acuerdo con la Biblia, los términos Padre, Hijo y Espíritu Santo nunca pretendían hacer distinciones de tres personas eternas dentro de la naturaleza de Dios, sino que simplemente se referían a modos (o manifestaciones) de Dios. En otras palabras, Dios es un ser individual y único, y los diversos términos usados para describirle (tales como Padre, Hijo, y Espíritu Santo) son designaciones aplicadas a las diferentes formas de su accionar o a las diferentes relaciones que El tiene para con el hombre.
Definiciones de algunos nombres y títulos.
Dios
Se refiere al Dios de la Biblia; Dios de Abraham, Ismael y Jacob. También llamado Eloím , y Yahvé o Jehová. Jesús se refería a él como Padre; y en el NT y en el cristianismo es Dios Padre.
Palabra (Logos en griego y Verb en latín)
Se refiere al Dios Hijo, también Hijo de Dios. Todos los cristianos coinciden en que es Dios, eterno, creador y poseedor de todos los atributos divinos de Dios. En el AT su mención está velada y se limita a él como el Mesías. En el NT se lo identifica definitivamente como el Cristo.
Jesús (de Nazaret)
Se refiere a Dios Hijo pero exclusivamente en el tiempo en que estuvo encarnado. Es Dios hecho hombre, es decir Dios Hijo habiendo experimentado la kenosis y la hypostasis. Si bien Jesús ha sido siempre Dios, desde su concepción en María; Dios Hijo no ha sido siempre Jesús. Es incorrecto referirse a Dios Hijo con el nombre Jesús, cuando Dios Hijo no estaba encarnado habiendo experimentado la kenosis y la hypostasis. Igualmente es incorrecto el adjudicarle a Jesús todo aquello que sabemos de Dios Hijo antes de experimentar la kenosis y la hypostasis.
Cristo (Mesías o Ungido)
Se refiere a Dios Hijo como propiciación por nuestros pecados. Es el cordero de Dios, y el hijo del hombre. En el AT se lo menciona abundantemente en las profecías (mesiánicas). En el NT se establece que el Cristo es Dios Hijo, y que es Jesús. Antes de la pasión, Jesús es el Cristo prometido; y luego de la pasión, es el Cristo reconocido.
Jesucristo
Se refiere a Jesús Cristo. El nombre Jesucristo no es original griego si no una invención del latín (Vulgata). Es en realidad Jesús Cristo, una combinación que eligió Pablo para identificar al Cristo como no otro que Jesús de Nazaret. Ya que los cristianos de origen judío estaban familiarizados con el concepto de Cristo/Mesías; Pablo hace hincapié en que ese Cristo/Mesías fue de hecho Jesús de Nazaret y no otro. Por eso debemos ser lectores cuidadosos y entender que Pablo se está refiriendo al Cristo (quien es Jesús de Nazaret) y no a Jesús de Nazaret (a pesar de ser el Cristo).
Espíritu Santo
Se refiere al espíritu de Dios, el cual es el espíritu de Cristo. Aunque la realidad post-pentecostés le da al Espíritu una injerencia mayúscula; también es bastante mencionado en el AT. El cristianismo en general lo reconoce como Dios.
Trinidad
Se refiere a Dios en sus tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu. El nombre no es bíblico, si no que fue acuñado por la teología. Busca explicar el misterio de Dios siendo uno y siendo tres al mismo tiempo. El concepto detrás del nombre tiene mucho apoyo escritural; pero el mismo concepto no es claramente expresado en la Biblia.
Dios
Se refiere al Dios de la Biblia; Dios de Abraham, Ismael y Jacob. También llamado Eloím , y Yahvé o Jehová. Jesús se refería a él como Padre; y en el NT y en el cristianismo es Dios Padre.
Palabra (Logos en griego y Verb en latín)
Se refiere al Dios Hijo, también Hijo de Dios. Todos los cristianos coinciden en que es Dios, eterno, creador y poseedor de todos los atributos divinos de Dios. En el AT su mención está velada y se limita a él como el Mesías. En el NT se lo identifica definitivamente como el Cristo.
Jesús (de Nazaret)
Se refiere a Dios Hijo pero exclusivamente en el tiempo en que estuvo encarnado. Es Dios hecho hombre, es decir Dios Hijo habiendo experimentado la kenosis y la hypostasis. Si bien Jesús ha sido siempre Dios, desde su concepción en María; Dios Hijo no ha sido siempre Jesús. Es incorrecto referirse a Dios Hijo con el nombre Jesús, cuando Dios Hijo no estaba encarnado habiendo experimentado la kenosis y la hypostasis. Igualmente es incorrecto el adjudicarle a Jesús todo aquello que sabemos de Dios Hijo antes de experimentar la kenosis y la hypostasis.
Cristo (Mesías o Ungido)
Se refiere a Dios Hijo como propiciación por nuestros pecados. Es el cordero de Dios, y el hijo del hombre. En el AT se lo menciona abundantemente en las profecías (mesiánicas). En el NT se establece que el Cristo es Dios Hijo, y que es Jesús. Antes de la pasión, Jesús es el Cristo prometido; y luego de la pasión, es el Cristo reconocido.
Jesucristo
Se refiere a Jesús Cristo. El nombre Jesucristo no es original griego si no una invención del latín (Vulgata). Es en realidad Jesús Cristo, una combinación que eligió Pablo para identificar al Cristo como no otro que Jesús de Nazaret. Ya que los cristianos de origen judío estaban familiarizados con el concepto de Cristo/Mesías; Pablo hace hincapié en que ese Cristo/Mesías fue de hecho Jesús de Nazaret y no otro. Por eso debemos ser lectores cuidadosos y entender que Pablo se está refiriendo al Cristo (quien es Jesús de Nazaret) y no a Jesús de Nazaret (a pesar de ser el Cristo).
Espíritu Santo
Se refiere al espíritu de Dios, el cual es el espíritu de Cristo. Aunque la realidad post-pentecostés le da al Espíritu una injerencia mayúscula; también es bastante mencionado en el AT. El cristianismo en general lo reconoce como Dios.
Trinidad
Se refiere a Dios en sus tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu. El nombre no es bíblico, si no que fue acuñado por la teología. Busca explicar el misterio de Dios siendo uno y siendo tres al mismo tiempo. El concepto detrás del nombre tiene mucho apoyo escritural; pero el mismo concepto no es claramente expresado en la Biblia.
Hipostasis, Kenosis y Fisismos.
La cristología moderna y más aceptada, habla de la unión hipostática de la naturaleza divina y la naturaleza humana de Jesús. Este concepto de hipostasis por medio del cual se pretende defender el concepto de que Jesús era totalmente hombre y totalmente Dios, se basa en Hebreos 1:3. Este versículo habla del Hijo, de quien se dice que es la imagen de la sustancia de Dios. Siendo “sustancia” la palabra griega “hipostasis” (también esencia o naturaleza). Hipóstasis puede mejor traducirse como "ser de un modo verdadero", "ser de un modo real" o también "verdadera realidad".
Si volvemos a leer todo el contexto en Hebreos 1, descubrimos que no se está hablando – y mucho menos explicando – el cómo Jesús hombre tenía naturaleza divina. Mucho menos se habla de unión; ni se menciona la naturaleza humana. Lo que se dice es que el Hijo es la imagen de la sustancia de Dios. Se habla de lo que el Hijo es. Y el Hijo es lo que es, eternamente; desde el propio principio, durante su encarnación como Jesús, y hasta el fin de los tiempos. El Hijo es la imagen de la sustancia de Dios, y siempre lo ha sido así.
Si volvemos a leer todo el contexto en Hebreos 1, descubrimos que no se está hablando – y mucho menos explicando – el cómo Jesús hombre tenía naturaleza divina. Mucho menos se habla de unión; ni se menciona la naturaleza humana. Lo que se dice es que el Hijo es la imagen de la sustancia de Dios. Se habla de lo que el Hijo es. Y el Hijo es lo que es, eternamente; desde el propio principio, durante su encarnación como Jesús, y hasta el fin de los tiempos. El Hijo es la imagen de la sustancia de Dios, y siempre lo ha sido así.
Entonces lo que debemos aprender es que el Hijo era la sustancia de Dios antes de la encarnación y después de la encarnación. Aprendemos que Jesús de Nazaret era (el tiempo pasado se refiere a su tiempo en la Tierra) la imagen de la esencia de Dios. No es que en Jesús hubiese alguna unión de esencias. Jesús era la esencia de Dios al mismo tiempo que era hombre nacido de mujer y con naturaleza humana. No existe una unión de dos naturalezas distintas, sino una consustanciación en una naturaleza.
Apolinar de Laodicea fue el primero en usar el término hipóstasis para intentar entender la Encarnación de Jesús. Apolinar describió la unión de lo divino y lo humano en Cristo como algo de una naturaleza única y con una esencia única. Teodoro de Mopsuestia, por contra, argumentaba que en Cristo había dos naturalezas (humana y divina) y que estas coexistían. El Credo de Calcedonia estaba de acuerdo con Teodoro en que había dos naturalezas en la Encarnación. El Concilio declaró que en Cristo había dos naturalezas, cada una de las cuales retenía sus propiedades y juntas se unieron en una subsistencia y una única persona. Quienes rechazaron el Credo de Calcedonia fueron conocidos como "monofisitas", debido a que creían que Cristo solo tenía una naturaleza. La aceptación de la unión hipostática fue descrita por estas personas como una Cristología diofisita (del griego "dos naturalezas").
Por si no está claro, mi posición cristológica es monofisista; y por tanto contraria a la corriente que prevalece en las iglesias occidentales. Pero veamos qué nos dice el NT. Juan nos dice en su evangelio que el Hijo se hizo carne. No dice que se uniera a la carne. Es más, en ninguna parte del NT hay alguna sugerencia a esta supuesta unión; sino más bien se habla de acciones que implican un cambio, una modificación, una transformación. Lo que era de una forma, pasa a ser de otra. Y esto choca de frente con la inmutabilidad que se le adjudica a Dios.
¿Será que la naturaleza inmutable de Dios se unió a la naturaleza humana de Jesús? ¿O será que Dios se hizo hombre? El verbo elegido por Juan es γίνομαι; el cual significa: llegar a ser, empezar a existir, hacerse, ser hecho, convertirse en, nacer, suceder, venir, quedar, pertenecer, ser, estar. Nada de esto relacionado con unirse; sino más bien con llegar a ser lo que no se era, empezar a existir como no se existía hasta entonces, convertirse, hacerse. Todos significados que implican un cambio, una modificación.
¿Cómo es posible que Dios inmutable cambie? Para empezar digamos que para Dios nada le es imposible. Luego digamos que la inmutabilidad de Dios es uno de sus atributos. Y así nos metemos de lleno en lo que Pablo enseña acerca de la encarnación: la kenosis. La kenosis en Filipenses 2, describe al Hijo experimentando un vaciamiento. ¿De qué se vació? La primera consideración es que se el Hijo se vació de algo, sea lo que fuere, entonces el Hijo experimento un cambio, una modificación. Entonces, el Hijo, siendo Dios, cambió; no es inmutable. Pero la inmutabilidad es uno de los atributos de Dios.
Veamos algunos atributos de Dios. Dios es omnipresente; pero Jesús siempre estuvo en un lugar específico. Cuando Jesús quería estar en un lugar, viajaba hacia allí; y cuando no quería estar, se iba de allí. Cuando los discípulos no sabían dónde estaba, lo buscaban y lo encontraban. Cuando los judíos quisieron arrestarlo, consiguieron que Judas los guiara hasta donde estaba. Jesús no era omnipresente.
Dios es omnisapiente. Pero Jesús no supo qué le daban a beber en la cruz hasta que lo probó. No supo quién fue la persona que lo tocó y fue sanada. No sabía del arresto ni de la muerte de Juan hasta que lo notificaron. Ni sabía dónde habían puesto a Lázaro. Jesús ciertamente sabía muchas cosas, como si fuera profeta. Pero no sabía todas; y no sabía del tiempo de su retorno. Jesús no era omnisciente.
Dios es omnipotente. Jesús hizo muchas señales y milagros. Pero otros profetas hicieron milagros de su misma talla. Y el mismo Jesús enseñó que nosotros los cristianos haríamos cosas aún mayores. Pero independientemente de cuan asombrosos fuesen sus milagros, hubo ocasiones en que, por falta de fe, no pudo hacerlos. Hubo cosas que Jesús no fue capaz de hacer por sí mismo. Es más, los evangelios dicen que Jesús actuaba con el poder del Señor, con el poder del Espíritu; no que tuviera poder de sí mismo. Jesús no era omnipotente.
Entonces hay al menos tres atributos de Dios que descubrimos que Jesús no tenía. Y no solo eso; tampoco podemos encontrar en Jesús de Nazaret ningún atributo divino. ¿Qué nos hace pensar que Jesús tenía el atributo divino de la inmutabilidad? Jesús nació, creció en cuerpo y mente, murió y resucitó. Ciertamente Jesús no tenía el atributo divino de la inmutabilidad. Y esto es muy bueno. Porque si como dice Pablo, el Hijo se vació a sí mismo. Y si entendemos que se vació de sus atributos divinos. Entonces el Hijo, siendo Dios, dejó de ser inmutable, y se hizo carne. ¿Podría Dios vaciarse de sus atributos y no dejar de ser Dios?
Dios es Dios porque es Dios. Esa es básicamente la respuesta que recibió Moisés; y el nombre que mejor describe a Dios es Yo Soy. Dios no es Dios por tener este y aquel atributo. Dios tiene este y aquel atributo porque es Dios. No es que nosotros reconozcamos que Dios es Dios una vez que descubrimos en Él tal o cual atributo. Es que una vez que sabemos que Él es Dios, investigamos en la Biblia qué atributos son los de Dios. No son los atributos lo que hacen a Dios; sino que es Dios quien hace a los atributos. Por lo tanto Dios es más que sus atributos y continúa siendo Dios a pesar de tener o no tener tal o cual atributo.
Pero esto no es algo especial en el caso de Dios. Un ladrillo es un paralelepípedo rectangular, de terracota cocida, que se utiliza para la construcción de paredes. ¿Acaso deja de ser ladrillo si le damos otro uso? ¿Dejaría de ser ladrillo si le alteramos la forma; si lo rompemos; o si lo hacemos cuadrado? Una persona (Juan) puede ser alegre, melancólica, amable, inteligente y callada. ¿Dejaría de ser ella (Juan) si pasara a ser amargada, grosera, necia y charlatana?
Así vemos que Dios Hijo pudo – y lo hizo – vaciarse de sus atributos divinos; el primero de los cuales fue la inmutabilidad. Pero no por ello, dejó de ser Dios en lo más mínimo. Por el contrario, ese vaciamiento (kenosis) le permitió hacerse hombre sin dejar de ser Dios (hipostasis). Y siendo hombre pudo experimentar la vida como todo hombre; excepto que sin pecado. El Hijo demostró que como hombre – sin atributos divinos que le ayuden en el día a día – podía vivir sin pecado. Y eso lo calificó como propiciación por nuestros pecados. Y no solo eso; al haber vivido como hombre – sin atributos divinos que le ayuden en el día a día – es que ahora nos comprende en nuestras debilidades y se volvió nuestro Sumo Sacerdote.
NOTA: si usted decea debatir esta posición, comparta (a oscargoinheix@hotmail.com) la dirección del instrumento Internet en que tal debate sería sostemido, y dicha dirección será publicada a continuación.